Ricardo Abdalá Ricaurte.


A continuación se expone un caso de simulación, a efecto de que con él sea posible practicar las diferentes técnicas del juicio oral.
La idea es que a medida que se expliquen, nuestros visitantes traten de ponerlas en práctica utilizando este sencillo ejemplo.



JOSE FELINO fue transportado al Hospital La Misericordia de Bogotá, para recibir tratamiento de emergencia. Tuvo un accidente automovilístico y sufrió una herida en la cabeza.

José Felino fue trasportado al hospital en ambulancia y en el recorrido, así como en la sala de urgencias perdió varias veces el conocimiento. Una vez fue estabilizado por el equipo médico fue transferido a la sección de cuidados intensivos, en donde permaneció en coma por espacio de cuarenta y ocho horas.

Cuando José felino fue subido a la ambulancia llevaba consigo un teléfono celular y un maletín (portafolios). Al ser trasportado a la sala de emergencias, parecía murmurar algo a la enfermera BARBARITA RINCÓN, algo como de cuidarle su teléfono y su maletín, pero Barbarita no respondió a su solicitud.

La ayudante que completó su admisión en el hospital, se llama MARIA VIVES, pensó haber escuchado esa petición, pero ahora no está segura. Ella afirma que cuando los costeños le hablan casi no les entiende.

María Vives está segura que cuando José Felino fue ingresado a urgencias del hospital, después de anotar su nombre y su domicilio, José le pidió que cuidara su maletín y su teléfono celular. María recuerda que José le dijo: “Guárdalos querida y yo te recompensaré.”, María le dijo que bueno y luego José se desmayó y estuvo en coma las siguientes cuarenta y ocho horas.

En la sala de emergencias del hospital no existe un sitio para guardar los bienes de los pacientes que son ingresados. Esa noche, María Vives decide llevar el maletín y el teléfono celular a su carro, el cual se encontraba estacionado en el parqueadero del hospital y guardar allí los elementos temporalmente, hasta que ella encontrara un lugar seguro.

Después de llenar las formas propias del ingreso del paciente al hospital, María Vives se retira de su lugar de trabajo y se dirige a su vehículo. En el estacionamiento un guardia de seguridad del hospital, llamado PEDRO VASQUEZ, la ve cuando pone el teléfono y el maletín en el porta equipaje del carro. Pedro la detiene y le pregunta qué guardó en el baúl del vehículo, María, con temor de perder su trabajo, le explica que estaba guardando temporalmente las cosas de un paciente que era su amigo. El vigilante le recuerda que está violando las directrices del hospital. María le dijo que José le había solicitado el favor y que no le importaba si estaba violando las directrices del Hospital.

En ese momento Pedro llamó al Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía y acudió el agente Guillermo Malaespina.

El agente se entrevistó con una testigo llamada CLARITA ESTRELLA, una enfermera que estaba en el estacionamiento y se disponía a irse para su casa, después de haber trabajado un turno de catorce horas. Clarita estaba muy cansada pero dijo haber visto a María Vives abrazando un maletín y mirando a su alrededor como si temiera ser observada por alguien; dijo que esa actitud de María le pareció sospechosa.

El investigador Malaespina también entrevistó a BARBARITA RINCÓN y ella le contó que recordaba algunos comentarios lúcidos de José, tanto en la ambulancia como en la sala de emergencias. El investigador revisó las formas de ingreso y determinó que María no anotó que José tuviera consigo un teléfono celular y un maletín.

El investigador no pudo entrevistarse con José porque se encontraba en coma. Cuando el investigador Malaespina abrió el maletín que se encontraba en el porta equipaje del carro de María Vives, encontró que contenía $ 50.000 en efectivo y unas joyas robadas en la Joyería “El Muisca”.

Una vez recuperado de su trauma, José Felino dice al Investigador Malaespina no recordar la conversación sobre la protección y guarda de sus propiedades. Más tarde cambió su dicho. Es más, ahora dice no haber dado permiso a nadie para tocar ni su maletín ni su teléfono celular. Afirma que dijo a todos que quería conservar junto a él tanto el maletín como el teléfono. Dice no saber nada sobre el dinero y las joyas encontradas en el maletín por el investigador Malaespina, suponiendo que alguien los debió guardar mientras estuvo en estado de coma.

Estos son los únicos hechos conocidos.

María Vives fue acusada por hurto calificado y agravado.



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2009 - 2011.- © Ricardo Abdala Ricaurte